PROBLEMÁTICA

Aún en la práctica educativa se observa la concepción de la escritura como herramienta para evaluar el conocimiento, cuya enseñanza-aprendizaje solo se logra por medio de la transmisión y aprehensión de los principios normativos gramaticales. De modo que la correcta elaboración de un texto es el objetivo primordial de un curso, descuidando los componentes semánticos y pragmáticos en su elaboración. A pesar del ejercicio de escritura, no se enseña a escribir ni se brindan los elementos necesarios para incrementar las capacidades de composición de los aprendices. Así, la escritura termina por convertirse en una destreza  mecánica, memorística, aburrida, monótona, sin sentido y poco creativa para los alumnos, quienes son los más perjudicados.
Dado lo anterior, se ve la necesidad de repensar la enseñanza de la escritura, de construir un lugar donde se ofrezcan las herramientas indispensables al alumno, para que supere la mirada estrecha de la escritura como herramienta para evaluar el conocimiento y controlar la disciplina y revalore su importancia como forma de expresión y herramienta de aprendizaje que ayuda a la construcción del conocimiento y del mundo, tanto en el ámbito personal como en el profesional.
Antes de avanzar en la proposición del taller, hay que saber que, dada la magnitud del objeto de enseñanza y la trayectoria de los aprendices dentro de la escritura, es necesario plantear un problema acorde con las falencias que tengan ellos  en la composición,  a partir del cual emprenderemos un camino que nos ayude a resolverlo. Unas de las cuestiones más comunes que se tienen en cuenta a la hora de escribir es el primer encuentro con el papel en blanco, la búsqueda del tema que desarrollaremos y la organización de las ideas.
Si bien es cierto que los puntos anteriores son problemáticas a tener en cuenta, el texto terminado evidencia los problemas más profundos relacionados con la comprensión del proceso y de la dinámica de la escritura, por lo que decidimos hacer un análisis de los textos autobiográficos de los aprendices, a partir de los cuales detectamos que la mayoría tiene dificultad con la jerarquización, la organización y progresión del contenido al interior del párrafo;  con la construcción de oraciones largas, con muchas ideas expresadas al tiempo,  separadas solamente por comas, desconociendo el  uso del punto y coma o del punto seguido;  con la ortografía y con el uso de las reglas gramaticales. Elementos que afectan la coherencia del párrafo y del texto.

Ahora bien, el taller se propone como ayuda para que los aprendices, y cualquier persona, resuelvan sus dificultades textuales (pragmáticas y semánticas), para que desarrollen sus habilidades  comunicativas y para que comprendan, como se dijo anteriormente, que la expresión escrita sirve para plasmar ideas. Asimismo, en él se dejará de lado la relación vertical entre el docente y los alumnos; haciendo que estos se vean a sí mismos como formadores conscientes de su propio proceso de aprendizaje, como seres sociales que en la interacción construyen conocimiento, como seres reflexivos y críticos que asumen con responsabilidad su posición en el mundo y donde la escritura deje de ser un arte obsoleto para se constituya como un hacer cotidiano que permite despertar al hombre de su letargo.

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