SEIS CONSEJOS PARA ESCOGER PALABRAS


1. Evite las repeticiones, las muletillas, los clichés y los comodines (nombre, verbo o adjetivo, de sentido bastante genérico, que utilizamos cuando no se nos ocurre otra palabra más específica.). Provocan monotonía, ensucian la prosa y la vacían de significado.

2. Prefiera las palabras concretas a palabras abstractas. Las palabras concretas se refieren a objetos o sujetos tangibles; el lector las puede descifrar fácilmente porque se hace una clara imagen de ellas asociándolas a la realidad. En cambio, las palabras abstractas designan conceptos o cualidades más difusos y suelen abarcar un número mayor de acepciones. El lector necesita más tiempo y esfuerzo para captar su sentido: no hay referentes reales y hay que escoger una acepción apropiada entre las diversas posibles.

3. Prefiera las palabras cortas a las largas. A veces la lengua nos permite escoger entre una palabra usual o una equivalencia culta, más extraña. La palabra corriente es a menudo más corta y ágil y facilita la lectura del texto.

4. Sustituye los verbos ser o estar por palabras con más fuerza y significado.

5. ¡Atención a los adverbios en -mente! ¡Que no invadan tu prosa! Si se abusa de los adverbios en -mente, se recarga la prosa y se hace pesada, porque son palabras largas.


6. Utiliza marcadores textuales para mostrar la organización de tus ideas.

Tomado de La cocina de la escritura de Daniel Cassany.

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